En este 2023 que acaba de comenzar la palabra optimizar va a ser una de las más pronunciadas y de las más escuchadas. El contexto económico obliga y toca analizar en estos 365 días que quedan por delante cuáles son las mejores formas de poder llevar a cabo nuestro día a día y, en definitiva, concentrarse en aprovechar al máximo los recursos disponibles. Esto es: optimizar personas, equipos y tecnología.

Toca contener el gasto y esto en materia tecnológica será todo un reto, ya que una gran parte de las organizaciones no consiguen aún gestionar los costes de sus activos tecnológicos.

Nuestro tejido empresarial está formado mayoritariamente por pymes que no cuentan con un departamento IT adecuado y lo habitual es convivir con tecnología obsoleta que en última instancia no aporta un verdadero valor al negocio.

En España, según datos del último estudio Cómo controlar los nuevos costes IT, llevado a cabo por Sapio Research, se revelan datos tan importantes ahora y sobre los que reflexionar como el desconocimiento de más de la mitad de las empresas españolas de cuánto gastan en hardware y software.

Por otro lado, la falta de entendimiento sobre cuestiones como el cloud o la Inteligencia Artificial, entre otros, están impidiendo que las empresas puedan mejorar en eficiencia, resiliencia y productividad, tan importantes ahora.

Esto se traduce en pérdida de competitividad y sobre todo en gasto sin control y sin foco (por muchas ayudas a la digitalización que haya).

La realidad de muchas empresas es que éstas carecen de tiempo y conocimientos necesarios para optimizar su infraestructura tecnológica y hasta su relación con los proveedores IT.

Un auténtico problema para lograr mayor excelencia operativa, y mejor experiencia de empleado. Dos  retos a los que se enfrenta la empresa actual en este 2023 donde ahora el mantra es optimizar y contener, pero nunca debe ser congelar.

La tecnología es claramente necesaria para la supervivencia y el crecimiento futuro de cualquier empresa, y por tanto la  inversión en TI no es una decisión más en la empresa, sino más bien una inversión claramente estratégica y ahora es prioritario optimizar costos pero sin dejar de invertir, teniendo claro fundamentalmente que si la innovación no aporta valor, no tiene sentido.

Pero además no hay forma de implementar ahorro dando la espalda a la mejora de procesos que necesita de nuevas soluciones. Y los procesos en nuestras compañías siguen poco coordinados y poco alineados con el desarrollo tecnológico.

Un ejemplo es la implantación de algo tan básico como gestores documentales en las empresas y el arraigo aún al papel en el seno de nuestras oficinas.

Los negocios siguen haciendo uso de información en papel en la mayoría de sus procesos y hay claramente dos velocidades entre las grandes y las pequeñas empresas a la hora de acometer mejoras en su back office.

Es evidente que toda la estrategia de optimizar costes IT en la pyme hoy pasa por contar con un partner tecnológico que sepa rediseñar la organización de las TI en la empresa, buscar la eficiencia de las inversiones y sobre todo desarrollar una infraestructura TI adecuada.

El partner es el único que puede garantizar el éxito de las infraestructuras tecnológicas que necesiten las empresas, que ayude a éstas a no perder el ritmo de aceleración digital, pero también a conocer las oportunidades que abre la digitalización y el empleo de tecnología, reduciendo y optimizando costes.

En Korporate hace tiempo que no buscamos vender sino escuchar las necesidades y ofrecer soluciones adecuadas para que la tecnología sea una aliada y no un problema.

Sabemos que tiempo ahorrado ahora es equivalente a dinero ahorrado.