Es tiempo de cambio y de decisiones en las organizaciones. Saber cuál es la tecnología que producirá un mejor retorno de la inversión es básico para competir y mejorar el rendimiento en un contexto altamente competitivo.
La tecnología digital se ha convertido en un magnífico aliado para acelerar la productividad, pero también las inversiones en este campo señalan al impulso de la eficiencia y la mejora de la experiencia de cliente como principales motivos para elegir con sumo cuidado entre todo el elenco de herramientas y soluciones existentes donde el combate se libra, también, entorno a los datos y el análisis de los mismos para generar mayor conocimiento.
La clave es usar tecnología digital para mejorar los procesos, optimizar activos y recursos reduciendo costes, ¿pero de qué tecnología hablamos?
Tecnologías digitales con mayor ROI
La tecnología cognitiva (Inteligencia Artificial y Análisis de datos) como la automatización, apuntan ya a un incremento del rendimiento y un mejor retorno, donde la productividad es ya tres veces mayor cuando se combinan ambos con la robótica y las inversiones en tecnología móvil y social, obteniendo así las compañías más valor.
Hacer de la innovación el elemento clave en las organizaciones es tan básico hoy como tener una sólida infraestructura de datos que combinada con una plataforma de analítica adecuada y distintas herramientas de comunicación, impulsará el rendimiento y la mejora.
Sin embargo, garantizar la interoperabilidad, tener capacidad de gestión en la nube, apostar por la ciberseguridad y por soluciones que faciliten digitalizar el ‘backoffice’, esto es: los procesos internos de negocio, son hoy pilares básicos e imprescindibles.
Pero además, la hoja de ruta para maximizar el rendimiento de la tecnología digital apunta a cinco puntos imprescindibles:
- Liderazgo ágil y digital
- Habilidades y capacitación con visión de futuro
- Pensamiento colaborativo
- Acceso y gestión de datos
- Preparación de infraestructura tecnológica adecuada
Hoy existe una cierta incertidumbre alrededor de la transformación digital donde los retornos positivos no están garantizados. La digitalización no está solo en realizar pequeños ajustes a los rígidos procesos de negocio, sino que requiere abrazar el cambio continuo.
Asumir esta realidad y construir un sólido conocimiento entorno a la tecnología digital con ayuda de un socio tecnológico adecuado elimina, por tanto, la ambigüedad y ayuda a mejorar inversiones futuras y resultados.