Dar continuidad al negocio en remoto será lo normal en muchas organizaciones en un corto espacio de tiempo, pero bajo una nueva fórmula que sube un peldaño más y que crecerá de forma sustancial en los próximos años al ayudar a la reducción de costes, mejora de la productividad, fomentando el trabajo por objetivos.
El llamado Smart working llega definitivamente para quedarse y así lo apuntan los datos que señalan que durante la pandemia en España de teletrabajar solo el 5 por ciento de los empleados, han pasado a hacerlo el 34 por ciento (Fuente: Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas) y el futuro apunta a un crecimiento aún mayor.
Esta nueva fórmula de gestión empresarial se basa en cuatro pilares básicos: movilidad, flexibilidad, trabajo por equipos y el uso de nuevas tecnologías para estar conectados.
Mayor autonomía, más ahorro de costes
Se trata de un nuevo escenario al que deben acostumbrarse muchas compañías que impone mayor flexibilidad y que va más allá del simple teletrabajo, al permitir dar continuidad al negocio sin dependencia a un lugar determinado, dotando al empleado de un alto grado de autonomía, pero también cuenta con grandes ventajas para la empresa como el ahorro de costes.
Desde Grupo Korporate hemos analizado en un nuevo e-Book cuáles son las tecnologías que facilitan esta nueva organización donde se hace necesario un cambio en la cultura laboral que requiere procesos más inteligentes y ágiles que favorezcan la eficiencia e incremente la productividad, independientemente de donde se desarrolle el trabajo.
Gestores de contenido empresarial más colaborativos; automatización de procesos para ser más ágiles; equipos más sencillos y fáciles de usar que incorporen impresión y escaneo móvil y conectividad wifi; más seguridad en el almacenamiento de datos; mayor virtualización o una apuesta seria por extraer conocimiento de la información de negocio, serán herramientas cada vez más necesarias para una óptima gestión del cambio.
Objetivo: seguir siendo productivos en cualquier entorno
El Smart working requiere una reconfiguración de los equipos para incrementar la productividad en cualquier entorno usando tecnología que permita un desempeño óptimo de las tareas, donde se abandona la jerarquía y rigidez de la organización tradicional poniendo el foco en las personas, ideas y proyectos con un objetivo claro: favorecer el bienestar del trabajador, pero también la innovación y la creatividad a través del fomento de la colaboración entre personas y tecnologías.
Cuatro son los conceptos que cobran especial relevancia en este nuevo entorno: espacio, tiempo, tecnología y personas, prevaleciendo ante todo 3C para poder llevarlo a cabo: Compromiso, Confianza y Comunicación.
La deslocalización del espacio de trabajo está cada vez más en alza e impone reorganizar y automatizar procesos, tener una comunicación más fluida y segura con el equipo, optimizando y agilizando el desempeño.
La confianza y la responsabilidad de las tareas marca un nuevo escenario donde se promueve la libertad y el bienestar, pero se incrementa también el compromiso, el conocimiento a través del uso adecuado de los datos y la colaboración de los equipos traduciéndose todo en una mejor experiencia de cliente. El propósito: simplificar tareas, dotar de más inteligencia a los procesos y lograr, sobretodo, altas cotas de productividad en cualquier escenario.
¿Aún no estás preparado? En Grupo Korporate sabemos cómo ayudarte a #QUENADATEPARE.
